Tal y como nos indica al principio de este libro, si
Lucas el evangelista pudo serlo sin haber conocido de primera mano los hechos
que narra, cualquiera que se hubiera informado de estos hechos de la misma
forma que lo hiciera Lucas, podría escribir otro evangelio. Y el portugués se
pone en esa tarea.
“Desde las primeras páginas de El Evangelio según
Jesucristo, las que describen el grabado en madera, en cuya estampa
(reproducida en el libro) se ve a Jesús recién crucificado en el Gólgota, resuma
el afán iconoclasta, irónico, erótico y crítico de José Saramago, que es el
corrosivo que predomina a lo largo de la novela al cuestionar, imaginariamente,
ciertos cánones que en toda la aldea global preserva y dicta la poderosa
Iglesia católica”.[2]
Saramago reescribe la historia de Jesús basado en los
evangelios canónicos. Pero lo hace desde un punto de vista muy propio de su
estilo. El autor en otros de sus libros, y este no es la excepción, tiene la
capacidad de sacar lo peor del ser humano.
Nos presenta una visión humana y posible de un Jesús más
cercano con sus fortalezas y debilidades, errores y aciertos. “El Evangelio
según Jesucristo responde al deseo de un hombre y de un escritor de excavar
hasta las raíces de la propia civilización, en el misterio de su tradición,
para extraer las preguntas esenciales. ¿Quién es este nuestro Dios, primero
hebraico y ahora cristiano, que quiere la sangre, la muerte, para que sea
restablecido el equilibrio de un mundo que sólo de sus leyes se nutre?"[3]
Cabe destacar de éste libro, la manera en la que el
autor desde su perspectiva cuenta la historia, le da otro punto de vista a
todos los acontecimientos y muestra a un Jesús descontento en ocasiones con su padre
Dios, se niega a hacer su voluntad por creerla vana y sentirse simplemente un
títere más.
La obra de Saramago resulta poco atractiva en su estética,
por llamarlo de alguna manera, puesto que tiene grandes bloques de texto difíciles
de leer. A esto se le suma el estilo literario propio del Nobel, en el cual no
expone de manera explícita los diálogos, simplemente los separa con una coma. Es
difícil entrar y digerir este tipo de narrativa, su prosa deja de lado los
signos de puntuación, fuera guiones, fuera signos de interrogación, admiración,
fuera los capítulos. Suele ser muy pesada su lectura, pero luego de un rato se torna
fácil de leer.
Sin duda alguna, la mejor parte del libro, o al menos
la más atractiva, es el inicio, en el que describe de manera detallada cada
elemento que se encuentra en la ilustración que está plasmada en el libro y
muestra el momento de la crucifixión de Jesús en el Gólgota.
El evangelio según Jesucristo es una novela
apasionante y profundamente conmovedora que obliga al lector, creyente o no, a
replantearse unas cuantas cosas. Pero si se es una persona muy religiosa, no es
recomendable la lectura de este libro pues puede herir tus creencias.
[1] Saramago,
J, (2010), El Evangelio Según Jesucristo.
Bogotá, Colombia: Punto de lectura.
[2] Gonzales,
O. (2 de abril de 2015). Todo cuanto interesa a Dios, interesa al Diablo. [Mensaje
en un blog]. Recuperado de http://notasomargonzalez.blogspot.com/2012/12/el-evangelio-segun-jesucristo.html
[3] El
evangelio según Jesucristo, (s.f.). En: Quelibroleo.com. Recuperado el 19 de
mayo de 2015 de http://www.quelibroleo.com/el-evangelio-segun-jesucristo